18 de mayo de 2010

Aceto (Vinagre)


El empleo de vinagre para conservar y dar sabor a los alimentos es muy antiguo. Pueblos como los egipcios, los griegos y los romanos lo usaban ampliamente (incluso para curar heridas). En la cocina actual se usa, además de las ensaladas, para fabricar verduras encurtidas (llamadas sott'aceti en Italia) y para marinar pescados. Las conservas agridulces tienen una mezcla de este vinagre y miel (pruébenlo… es buenísimo).

En uno de mis blogs, dije que iba a hablar del aceto balsamico; pues este es el momento. Debemos saber que el vinagre se forma, básicamente, cuando un líquido con alcohol entra en contacto con el aire. En él se encuentran las "bacterias acéticas" o acetobacter (cuantos términos técnicos, no? pero ya acabamos), las cuales se establecen en la superficie de líquidos ligeramente alcohólicos y se reproducen. Así se forma la capa de moho o "madre de vinagre".

Vinagres de fruta y de vino

Los cocineros italianos prefieren el vinagre de vino. Los vinagres de frutas son mucho más caros, pues requieren más trabajo: hay que madurar las frutas, fermentarlas, hacer un vino ligero, del que posteriormente se obtendrá el vinagre. En general los vinagres de frutas son relativamente suaves y manejan un porcentaje de acidez de entre 4 y el 5%. Aplicados en dosis moderadas, enriquecen ciertas salsas y acompañan carnes asadas y pescados. Del mismo modo dan un sabor especial a las ensaladas (de las que haremos una serie de páginas posteriormente).

Aceto Balsamico

También llamado vinagre balsámico, es un vinagre de vino muy especial que últimamente se ha puesto de moda en nuestro país. Se elabora de manera especial en los alrededores de Modena, en Emilia Romaña y en Calabria a partir del mosto de uva cocido y muy azucarado. En este caso las diferencias de calidad suelen ser enormes. Un balsámico "auténtico" tienen varios años de envejecimiento (mínimo tres) y alcanza en el mercado un precio acorde a su calidad (más de 50 euros) pues con la edad mejora. Por el contrario, los vinagres balsámicos baratos son productos en cuya composición entran sustancias aromatizantes y se colorean con azúcar.

Aceto balsamico tradizionale di Modena

Es el más famoso y caro de este tipo de vinagres que, en el sentido tradicional del término, es realmente una especia. De consistencia similar a la de un jarabe, con un sabor suave y agridulce; la calidad de este producto la controlan dos consorcios, uno en Modena y otro en Emilia Romaña. Un tradizionale no admite ningún tipo de aditivo y adquiere su intensa tonalidad oscura y su peculiar sabor a través de un proceso de envejecimiento natural, que tiene lugar en distintas cubas dotas ded "claraboyas de ventilación" rectangulares.

Elaboración

La uva trebbiano se vendimia a mano a finales del otoño italiano, cuando su índice de azúcar es máximo y luego se trasporta a las acetaie o fábricas de vinagre de los alrededores de Modena. Una vez se prensa la uva para obtener el mosto, se expone éste directamente al fuego durante unas 20 horas, en grandes recipientes abiertos que tienen como objeto anular el efecto nocivo de las bacterias y esporas fúngicas que, más adelante, podrían perjudicar el proceso de envejecimiento. Por regla general los fabricantes reducen el volumen del mosto en uno o dos tercios para, una vez enfriado, dejarlo reposar en cuabas especiales.

El secreto de la cuba



El vinagre tradizionale adquiere su característico aroma durante un lento proceso de envejecimiento en cubas de madera que se distinguen por su gran tamaño. En las muchas acetaia o fábricas que hay, se alinean en batería, hasta cinco cubas. La mayor de ellas, que se rellena con mosto joven, es de roble y tiene una capacidad de 60 litros. Con el transcurso de los años, el mosto pasa a cubas más pequeñas de castaño (de 50 litros), de cerezo (40 litros), de fresno (30 litros) y de morera (20 litros). Es muy importante que el mosto pueda respirar, pues su transformación en vinagre únicamente se realiza al estar en contacto con el oxígeno al experimentar los cambios de temperatura normales. Ahora bien, el proceso que en realidad se da es uno de los secretos mejor guardados de los maestri acceti o "maestros vinagreros". Tradicionalmente las baterías de cubas se ubican en la parte superior de las bodegas, donde a lo largo del día estaban expuestas a una temperatura variable. Actualmente no ocurre así, aunque las ventanas de las bodegas siguen sin tener cristales y sólo se cubren con unas cortinas. Los delicados transvases o trasvassi, que se realizan entre los meses de octubre a marzo, cuando por el efecto del frío el vinagre se encuentra aletargado, suponen una de las operaciones más difíciles. Así, las cubas nunca se vacían del todo, quedando en ellas el resto del vinagre anterior para que produzca un efecto favorable sobre el "más joven".

Utilización

Este largo proceso que llega a durar hasta 25 años repercute en el precio final. Así, una botellita de 0,1 litro de aceto balsamico de 12 años puede costar entre 40 y 45 euros, aproximadamente la mitad que una de doble edad. Sin embargo, tratándose de un producto tan concentrado, basta una cantidad mínima para aromatizar cualquier ensalada o carne. En los platos cocidos, para que no se resienta su delicado sabor, el aceto balsamico se incorpora al final de la preparación.

13 de mayo de 2010

Más de 20 ideas para la lonchera de tus hijos

Otro aporte de nuestros seguidores; veamos cómo organizar de una manera correcta desde el punto de vista nutricional, la lonchera o merienda que nuestros hijos llevan al Colegio.

Trata de combinar en cada lunch:

Una proteína (carnes, huevo, leguminosas o lácteos) + granos integrales (pan, galletas, arroz, pasta) + una verdura + una fruta + una bebida

1. Verdura rallada o picada. Opcional: chilito piquín y limón.

2. Palomitas de maíz naturales.

3. Fruta que se pueda comer a mordidas o picada.

4. Yogurt.

5. Una mezcla de nueces, frutos secos y pretzels o palitos de pan.

6. Sandwich hecho con pan integral, pechuga de pavo y queso panela.

7. Agua de sabores en vez de los juguitos comerciales llenos de azúcar y aditivos sintéticos.

8. Cuadritos de queso (mientras menos amarillo, mejor).

9. Galletas integrales con queso.

10. Sandwich de atún.

11. Gelatina de agua.

12. Rollitos de pechuga de pavo y queso.

13. Una rebanada de panque de frutas/verduras. Por ejemplo, panque de plátano, de zanahoria, de arándano. En vez de un pastelito de chocolate y crema.

14. Galletas de avena.

15. Barras de granola.

16. Barras de amaranto.

17. Queso cottage.

18. Hummus.

19. Ensalada de pasta con verduras y/o atún.

20. Sandwich vegetariano de aguacate o verduras a la parrilla o queso.

21. Pan pita integral relleno de hummus, jamón y queso, jocoque o vegetales.

22. Lechugas mixtas con aderezo.

23. La mantequilla de maní o crema de cacahuate es altamente recomendable. (Y se puede hacer en casa; más adelante subiremos esta receta. Nota de la edición)


Tomado de: http://facildedigerir.com/2010/03/01/ms-de-20-ideas-saludables-para-el-lunch-de-los-nios/, visitado el 13 de mayo de 2010

Lo que significa la vida Gourmet

Me permito publicar un artículo que nuestra amiga Xania nos envía y que encontró en una de sus búsquedas de información culinaria. Este artículo nos demuestra que la cocina no sólo es la forma en la que preparamos los alimentos, tampoco es solo un arte, es la expresión en de lo que somos en todos los aspectos de la vida y principalmente en lo sexual. Definitivamente hay pocas cosas tan inteligentes como hacer del sexo un alimento y del alimento, un placer erótico. Muchas gracias amor; aprecio este tipo de regalos, como creo que nuestros lectores lo harán.

LA VIDA GOURMET



Por Karina Pugh Briceño

Nieta querida, hija de mi hija

Ahora que me preparo para dejar este mundo, y habiéndote querido tanto, quiero legarte una sabiduría a la cual llegan casi todas las mujeres y que por pudor, o por mezquindad, nos reservamos: la comida y el sexo son la misma cosa...

Tal vez pienses que lo que acabo de decir es un delirio, un devaneo de mis neuronas cansadas que se despiden, una exageración…

Pero no, mi dulzura; es una verdad más grande que un templo y es mi obligación decírtelo. Tu madre no te lo dirá, tal vez tus amigas te lo sugieran, lo más seguro es que si algún día tienes una hija, lo descubra antes que tú y que yo; lo cierto es que el apetito carnal y el de alimentos, provienen del mismo oscuro y tibio rincón del alma.

Me jacto, a mis años, de poder deducir las virtudes (o carencias) de un hombre en las artes amatorias con sólo verlo comer. Esos hambrientos que devoran la comida sin siquiera detenerse a sentir lo que saborean, esos trogloditas que engullen en dos bocados hamburguesas llenas de salsas peligrosas y contradictorias, esos pobre hombres q no recuerdan en la cena lo que almorzaron, carecen del más elemental sentido de la estética a la hora de la horizontalidad.

Despachan a sus mujeres como reses que van al matadero, y generalmente, tardan más en estornudar que en retozar. Huye de ellos, mi princesita, huye despavorida, que la tristeza de la carne es una de las más despiadadas y más difíciles de exorcizar.

En cambio, aquellos que pueden describirte con entusiasmo su plato favorito, o que atraviesan su ciudad en busca de un manjar que sólo encuentran luego de esa travesía urbana, esos que se gastan el dinero en delantales, en especias misteriosas, esos que no tiene miedo de probar nuevos sabores, son generalmente, y pese a que puedan tener un aire taciturno, genios de las sábanas, poetas de la voluptuosidad, fabricantes de mujeres felices y fieles, gourmets de las emociones.

A las mujeres también las conozco viéndolas comer. Esas adictas a la dieta, que prefieren morir antes de meterse un chocolate en la boca, me resultan tan patéticamente evidentes en su frialdad que me extraña que los sex symbol actuales respondan a esas medidas tan escasas de 90-60-90. Las obesas, otras pobres criaturas, están tan hambrientas de cariño, se sienten tan solas, desesperadas, que tanto a la hora de la comida como del amor, se convierten en depredadoras inescrupulosas. El punto medio, como en todo, es lo saludable: ni comer por aburrimiento o por soledad, ni dejar de comer por lo mismo.

Te recomiendo, mi nieta amada, entre otras cosas, adentrarte en los secretos de la cocina y descubrir así muchas cosas sobre el amor; ser vegetariana durante al menos un año en tu juventud para que aprendas a amar a los vegetales y para que sepas que con o sin carne, la gente puede ser feliz; ser omnívora en la adultez, para que aprendas que en la variedad está el gusto, y volver a los vegetales en la vejez, para que cuando te vayas de este mundo, te sientas ligera y saludable. Comer despacio siempre, en la lentitud, tanto de la mesa como de la cama, se encuentra el verdadero placer y felicidad.

Descubrir nueva formas de cocinar es una manera de descubrir nuevas formas de amar, investiga, lee, experimenta, no tengas miedo. La comida y el sexo generan placeres y culpas equivalentes, deshazte de las últimas si no dañas a nadie ("nadie" te incluye a ti), si agredes a alguien, la culpa es un buen sentimiento que te guiará de regreso hacia la salud.

Por último, mi amor, sé cuidadosa, la sensatez es muy buena consejera cuando va acompañada por la emoción; jamás comas nada por obligación, siempre sé tú quien decida sobre tu cuerpo, cuídalo, protégelo, regálale experiencias hermosas y vitales, vincúlate con lo eterno a través de él y recuerda que tu abuela cocinera, que te amó tanto mientras vivió, te cuida desde el regazo del Creador.

Tomado de : http://groups.google.com.co/group/gastrosophia/web/la-vida-gourmet-por-karina-pugh-briceo, Publicado por Karina Pugh Briceño (Visitado el 13 de mayo de 2010)

11 de mayo de 2010

Antipasti Italianos. Peperoni all’olio

Bueno. Seguimos un poquito con nuestras recetas Italianas. (La verdad es la cocina que más me gusta). Hoy vamos a entregarles dos recetas con pimentón (=pimiento). En realidad el antipasti di peperoni es exquisito y se adapta a muchos platos. Merece la pena hacerlo con un buen surtido de verduras en conserva, teniendo en cuenta que envasados pueden durar varios meses.

Para obtener el mejor sabor del pimentón es necesario pelarlo, tarea que lleva cierto tiempo pero vale la pena. El método que más uso consiste en asarlo, poniéndolo directamente en la llama y girándolos continuamente, hasta que la piel se llena de unas "ampollas" negras. Luego, se les hace "sudar" envueltos en un paño, dentro de una bolsa plástica y, finalmente, los froto bajo el chorro de agua fría. Así, el pimentón despliega todo su sabor y aroma. Otra técnica importante es la del horneado, que funciona muy bien cuando se hace una gran cantidad de pimentones. Aquí la idea es, tanto que la piel tenga esas "ampollas", como que el resto de la piel se torne de color pardo y se procede igual, haciéndolos "sudar". En ambos casos es importante no aplastar la carne del pimentón cuando se corte para cualquier receta. De ser necesario debe dejarse reposar antes de realizar los cortes. Pero bueno, Vamos con las dos recetas de hoy.

Pimientos marinados



Una mezcla deliciosa y típicamente italiana. Los vegetarianos podrán ser menos cuidadosos al salar este plato, pues no trabajarán con anchoas, cuya conserva es precisamente la sal.

Ingredientes

Preparación

Marinada:

  • 300 g de pimentones rojo, verde y amarillo
  • 2 dientes de ajo
  • 1 rama de tomillo
  • 20 ml de aceto balsámico
  • 80 ml de aceite de oliva extra
  • Sal y pimienta recién molida

Marinada:

Pelar los pimientos siguiendo el método ya explicado de horneado, cortar los pimentones en medios y luego en cuartos (o en trozos grandes) y colocarlos en una fuente no tan honda. Pelar los ajos y cortarlos en rodajas y mezclarlos con el tomillo, el vinagré, el aceite, la sal y la pimienta. Verter la mezcla sobre los pimentones y dejar todo en reposo durante por lo menos 30 minutos.


Armado y presentación:

Servir los pimientos marinados con unas lonchas finas de jamón (vegetarianos: tofú firme cortado en cuartos), queso parmesano rallado y aceitunas negras. Adicionar al servir unas gotas de aceto balsámico.

Tipo de menú:

Entrada

Porciones:

4

Estilo:

Cocina Italiana

Métodos de cocción:

Horneado

Dificultad:

Ninguna

Costo por plato:

$3.670


Fin de la Receta. ¡Provecho!


Peperoncini en aceite

Una entrada con un sabor indescriptible: entre suave y muy picante, según sean los peperoncini (aquí es importante decir que este producto, unos ajíes= guindillas, no se consigue fácilmente en nuestra Palmira; hay que rezar y visitar la sección de frutas y verduras de La 14 en Llanogrande; sin este tipo de ají grande es imposible lograr el sabor, al que opcionalmente se le puede mezclar pimentón común, para rebajar su picor). En todo caso, se combinan dos sabores interesantes que deberían estar en todas las comidas.

Ingredientes

Preparación


  • 500 g de ají grande rojo, verde y amarillo
  • 2 dientes de ajo
  • 1 rama de romero
  • 20 ml de aceto balsámico
  • 60 ml de aceite de oliva extra
  • Sal


Si los ajíes son grandes, deberán pelarse como con los pimentones. En caso de ser pequeños, se deben tostar en una sartén sin aceite a temperatura media hasta que la piel se llene de ampollitas de color pardo. Luego se ponen los peperoncini dentro de una bolsa y se dejan "sudar" allí por 10 minutos. Retirarlos luego de la bolsa y frotar la piel carbonizada bajo el chorro de agua fría, retirarles el rabito y abrirlos longitudinalmente, eliminando bajo el chorro el resto de pepitas. Mantener lo peperoncini en agua ligeramente salada durante 2 o 3 horas. Pelar los ajos y cortarlos en rodajas finas, Retirar los peperoncini del agua, escurriry mezclarlos en una fuente con el ajo, el romero, el vinagrel la sal y el aceite. Dejarlos reposar toda la noche en la nevera (No en en el congelador)


Armado y presentación:

Servir los peperoncini con pan tostado, albahaca, queso o aceitunas negras. Son un buen acompañante de pasabocas y patés.

Tipo de menú:

Entrada

Porciones:

4

Estilo:

Cocina Italiana

Métodos de cocción:

Horneado

Dificultad:

Ninguna

Costo por plato:

$3.670


Recuerden que si tienen alguna duda, siempre podrán escribirnos a nuestro email.

Fin de la Receta. ¡Provecho!